jueves, 1 de diciembre de 2011

Crítica de "Dawn for a new breed" de Clockwork 8'5/10

La portada del artista Marcos Cabrera para el primer Ep de Clockwork
Clockwork estarán tocando el próximo 10 de diciembre en Bilborock, dentro del Back from the Death - Tributo a Chuck Schuldiner

En cualquier actividad competitiva, y la lucha por el éxito en la música también lo es, hay una combinación de factores que te llevan arriba o te dejan a mitad de tránsito: el primero es, por supuesto, el talento. El segundo es la ambición. El tercero es que te puedas rodear de personas que te ayuden a desbrozar el camino. Y el cuarto, y no necesariamente en este orden, la suerte en sus diversos grados.

No sé hasta dónde serán capaces de llegar Clockwork, pero reúnen varios de estos factores en esta primera muestra que nos ofrecen, un Ep titulado "Dawn for a new breed". Si esto es lo primero que han parido, cabe deducir que puede venir mucho más y seguro que mejor. Metalbitacora no suele puntuar los trabajos de debut de ningún grupo, pues todos tienen derecho a equivocarse una vez, pero la rotundidad de estas canciones merecía nota.

Aquí hay talento: voz, guitarras y base rítmica, especialmente la batería, son un ensamblaje aplastante para un combo que explora los caminos más actuales que discurren entre el Thrash y el Death. Estamos ante un sonido que está más desarrollado al otro lado del charco (Lamb of God, Machine head, Devildriver), pero que mantiene la inspiración del Thrash clásico que en Europa está viviendo un verdadero revival (Evile, Gama Bomb, Angelus Apatrida).

Hay ambición: si no, uno no se puede explicar cómo un debut puede sonar tan poderoso (está producido por el guitarrista Javi García y por Gorka Dresbaj), e incluir colaboraciones de Davish (Angelus apatrida), Alberto Marín (Hamlet), Ryan Knight (The black dahlia murder), Andoni García (Phthisis) y Mitch Harris (Napalm death).

 

Cuentan con personas que les están ayudando a difundir su propuesta: sólo así se puede entender que su Ep esté siendo distribuido por una revista de gran tirada como Rockzone en este mes de diciembre (compartiendo portada con Mastodon nada menos).

Falta por saber cuánta suerte tendrán, pero lo que está claro es que Javi García (ex- Soziedad Alkoholika), -junto con el otro guitarrista recién incorporado Pablo Tello, quien no ha participado en la grabación-, el vocalista Rown Houland (Infernoise), el batería Albaro Alonzoo (Idi Bihotz, Clarisse) y Dani aka Patxi (Kop) han dado forma a cinco temas sensacionales, y que en poco más de un año de vida las expectativas sobre esta banda se han disparado, como vemos ahora con razón.

Una intro titulada "Hate mantra" inquieta hasta que explota "Everything burns", un tema rápido, de 3 minutos 15 segundos, de hecho todos los temas están rondando esa duración, ninguno supera los 4:30, lo que da la medida de que buscan impactos directos. Destacan las guitarras, una constante en todos los temas, la precisión de Albaro a la batería y el trabajo vocal de Rown, que es algo sensacional. Sus cualidades impresionan desde el primer momento: él se ha encargado de cantar, doblar voces y hacer los coros, y su registro puede oscilar entre el poderío más melódico hasta las partes guturales, pero siempre con un timbre reconocible, no como las millones de voces guturales que hay por el mundo, que parecen clones, en él hay algo distinto.

En "One last fight" Davish de Angelus Apatrida deja un solo marca de la casa mientras el tema discurre a una velocidad verdaderamente apabullante. "Trial and error" arranca con guitarras afiladas, y cambia de ritmo varias veces, siempre en medio de la furia de Rown, que a veces parece un auténtico poseso.

 


ComScore
 


"Mandatory" es el lujo del Ep., con Ryan Knight, que firma un solo durante una interesante y pesada transición, para que, al volver la rapidez, Mitch Harris se ponga a gritar como un descosido, en un pulso con el vocalista ciertamente espectacular, un intercambio de furia que sólo se puede definir como puro Metal.

Mi tema favorito es el último, "Evil grin", que tiene un arranque a lo Lamb of God potente, y en el que los coros de acompañamiento son más melódicos, sin olvidar el solo del titán Alberto Marín, muy magnético. Otra vez canción corta, rápida y con una firmeza propia de un muro de hormigón. Es calidad no reñida con la potencia.

En general, el trabajo de guitarras es muy bueno. Se observa inspiración y ensayo en cada melodía, y muchos vais a descubrir en Javi García a un músico de gran virtuosidad que no podía desarrollar sus cualidades en una banda como Soziedad Alkoholika. Podría reiterarme y deciros que vais a preguntaros cómo es posible que sólo con cuatro extremidades una batería saque en algunos pasajes sonidos como los que ejecuta Albaro, pero lo mejor es que los probéis vosotros mismos.

Quizás para dar un mayor músculo al conjunto (aunque es difícil) se precise engordar un poco las líneas de bajo. Aún así, hay que verles en directo, tengamos en cuenta que no viven en la misma ciudad y sus oportunidades para ensayar son muy pocas, con lo que el producto final tiene aún más mérito.

Esto es Metal, puro Metal. Y seguramente la suerte tendrá la última palabra con ellos.