Crítica de "Last look at Eden" de Europe 7/10

No me importaría puntuar de un modo más elevado este disco, porque nunca he ocultado que Europe son y han sido siempre mi debilidad, pero creo que lo podía haber hecho mejor. Entiéndase, escucho "Last look at eden" al menos dos veces al día y en el trabajo se incluyen canciones fabulosas, pero contiene algunos baches que, precisamente por mi militancia pro-Europe, no perdono.

Empezaré diciendo que, una vez más, Europe son capaces de sonar a sí mismos sin hacer lo mismo que ya habían hecho, lo cual a unos les agrada y a otros no. Yo preferiría que hicieran siempre un "Out of this world", pero les agradezco sinceramente que experimenten con otras sonoridades. La verdad es que les admiro por ello. Este disco no se parece a la nueva etapa, pero tampoco es que tenga muchas cosas en común con "Start from the dark" y "Secret society". Quizás con el disco anterior tiene un parecido en el estilo de la portada, que busca llamar la atención con una manzana a la mitad que juega claramente con la imagen de una vagina.

Dicho esto, estamos ante doce temas desiguales. Al principio y al final se encuentran las mejores canciones, y en medio las composiciones son mediocres y anodinas. Se abre el trabajo con una intro de orquestación elegante, pomposa, que lo llena todo y cuyo sonido nos conduce a la canción que da título al disco, un verdadero temazo, con guitarra pesada y unos teclados que crean un ambiente envolvente a través del cual el estribillo se memoriza fácilmente. Joey sigue cantando como los ángeles. El riff no es demasiado rápido, pero atrapa a la primera.


Mención importante es la de los teclados, este renovado sonido de Europe rompe definitivamente con la vieja etapa quizás porque Michaeli sólo se limita a "rellenar" los temas y no a componer melodías. Eso es clave en Europe.

Como el arranque promete, uno escucha con atención "Gonna get ready", y vuelve a disfrutar al máximo. Rockanrrollero y auténtico, la guitarra te lleva en espiral hasta un sensacional estribillo que elevará bien arriba los botes durante los conciertos. Será muy fácil arropar a Joey en los coros. Este fenomenal arranque hace prever un disco magistral, pero como antes decía, luego languidece. El aroma de Rock clásico se mantiene en "Catch that plane", en el que el gran protagonista sigue siendo un Norum inspiradísimo. Si no fuera por la voz de Tempest, no habría forma de reconocer a Europe en estas tres canciones. Apuesto a que las tres sonarán en los conciertos.

Llegamos a la cuarta, y a mi debilidad del disco. "New love in town" es mi ojito derecho. Creo que es una de las mejores canciones de su carrera. Una balada deliciosa, con un Joey absolutamente genial. La abren -excepción!- unos teclados brillantes (no os recuerdan al inicio de "Dry county" de Bon Jovi?).



Tras ese relajo llega el último gran tema de esta primera etapa del trabajo, la heavy "The beast", que con una base rockera se acerca más a canciones como "Start from the dark", "America" u "Always the pretenders". Gran canción también. Y siento decir que aquí podemos tomarnos un descanso. Las siguientes cuatro canciones no están a la altura de lo anterior, no es que estén un peldaño por debajo, es que están varios bloques a mi juicio.

"Mojito girl" es otra canción de guitarras zeppelinianas, pero sin garra. Con la capacidad que tiene este grupo para facturar estribillos y melodías pegadizos, cuando les sale algo mediocre se nota demasiado. Aún así, se podría considerar un tema de relleno, pero es lo siguiente lo que empeora las cosas.


"No stone unturned" es otra canción descafeinada, que no transmite absolutamente nada. Ni es rápida ni es lenta, ni tiene una guitarra con garra ni unos teclados inspirados. Por destacar, no destaca ni Joey, y eso es grave. Estas son las razones por las que afirmaba al principio que a Europe debe exigírseles más.

La cosa se agrava con "Only young twice", cuyo riff de apertura engaña, al tener gran magnetismo, pero a las pocos segundos se deja palidecer la composición hasta que a mitad de tema uno desea ya que llegue el siguiente. Quizás pueda sonar un poco duro lo que escribo en esta parte, pero es que hay una inmensidad entre el tema 2 y el 9. Todas estas canciones entran mejor dependiendo del momento, pero por lo general las consideraréis prescindibles en su carrera.

Ya en el tramo final se remonta el vuelo. "U devil U" hace el camino inverso al de su predecesor, va de menos a más con un estribillo en el que Joey vuelve a ser el principal sustento del tema, modelando a la perfección cada fragmento. "Run with the angels" se mueve entre el medio tiempo y el metal, con un estribillo en el que el vocalista parece dejarse las cuerdas vocales. La guitarra de Norum firma un solo rapidísimo que eleva la velocidad hacia el final de la canción, dejando buen sabor de boca.

"Last look at eden" se cierra con otra joya, otra balada simplemente inspiradísima, "In my time". No sé si os pasa a vosotros, pero el tema en global me recuerda al Gary Moore de "Still got the blues", es un tema lento muy blues en el que lleva la batuta Joey en la primera parte, y luego emerge de nuevo el gran John Norum, que firma un solo increíble, virtuosísimo. La parte final es una demostración del talento que atesora este chico, no os lo perdáis porque es de lo mejorcito, sentir cómo recorre el mástil nota a nota.



En definitiva, un buen disco que rozaría la matrícula de honor si en cuatro de sus temas estos suecos se hubieran tomado la molestia de aumentar la nota de corte. Pero que no se engañe nadie, el disco se escucha fácilmente de principio a fina y algunos de sus pasajes forman parte del mejor legado de la banda. Y cuando digo el mejor, digo mucho hablando de Europe. A riesgo de ser demasiado crítico, digo también que estamos ante un nuevo paso adelante. Son atrevidos, y siguen siendo buenísimos. Pena que esta vez no pasen por Bilbao en enero.

Por cierto, podéis haceros con la edición coleccionista que, además de incluir un vinilo rojo con dos canciones en directo, está firmado por cada uno de los miembros de la banda, y me he tomado el trabajo de comprobar si las firmas eran iguales en todos los ejemplares y no, no son firmas en cadena. Los han firmado de verdad.