martes, 19 de noviembre de 2013

Crítica de "Resilient" de Running Wild 6'5/10

El nuevo trabajo de los alemanes Running Wild, héroes del Heavy Metal épico y pirata, tiene una virtud y un defecto. La virtud es su honestidad. Y su defecto es el realismo. El disco es honesto en la medida en que da lo que este grupo puede dar de sí en el año 2013: es más lento y menos inspirado que sus obras clásicas, y eso no intenta camuflarse con arreglos de producción ni trampas de estudio que luego, por razones obvias de desgaste, no serían capaces de trasladar al directo. Running wild son una banda como todas: no pueden sustraerse al paso del tiempo y, aunque siguen sonando de esa forma tan particular, con sus míticas guitarras dobladas y estribillos con gancho, hoy en día no alcanzan el nivel que tuvieron en el pasado. Pero ahí radica el reconocimiento al mismo: no engañan. Si te gustan, el disco de gustará. No será uno de sus clásicos, pero tiene momentos que te acercan a la emoción.

Su defecto es que siendo tan realista, uno se queda con sed de más. Es como si condujeras un coche de seis velocidades y no pudieras pasar de la cuarta. Algunas canciones se acercan a la inspiración que les caracterizó en su etapa dorada, pero a medida que pasa el disco esas se diluyen entre otras más flojas. Aún así, es de alabar que, a día de hoy, no intenten engañar a nadie. Llegan hasta donde llegan, sin trampa ni cartón. Incluso la portada intenta reverdecer clásicos diseños y se queda en un buen intento, porque le falta fuerza y originalidad. Aún así, dadle una oportunidad. Saborear de nuevo ese regusto de Heavy añejo le vendrá bien a vuestras orejas.

Probad: "Soldiers of fortune", "Fireheart" o "Bloody island"



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