Alice Cooper cumple hoy 60 años, ahí es nada. Dudo que haya algún seguidor del rock duro que no se alegre ante esta noticia, pues consiero que estamos ante una de las personalidades más emblemáticas de las últimas décadas, tanto por su carácter revolucionario en cuanto a puesta en escena, como por su trayectoria repleta de éxitos (por cierto, ya que he hablado en el post anterior de Tarja Turunen, sabed que Tarja versionea uno de los mayores éxitos de Cooper, "Poison", en su último trabajo en solitario). Brindo por otro buen puñado de años de Mr. Cooper en los escenarios recordando uno de sus medios tiempos más pegadizos, "Love's a loaded gun"
Este es el semblante que de Alice Cooper ha trazado la agencia EFE, y que Deia recogía en su edición de ayer:
Como inventor del 'rock del shock' Alice Cooper escribió parte de la historia de la música. Lleva cuatro décadas sobre los escenarios y ha anunciado que no tiene intenciones de retirarse.
SOBRE el escenario la sangre corría por litros. Serpientes, monstruos y arañas gigantes causaban horror a los asistentes, hasta que al final el cantante, maquillado de forma extravagante, moría guillotinado.
Cuando Alice Cooper aterrorizaba con estos exaltados shows a la burguesía estadounidense, sus "alumnos" como Marilyn Manson o Lordi aún estaban en pañales. Como inventor del rock del shock, Cooper escribió parte de la historia de la música. Hace cuatro décadas está activo en la escena, torcido, estrafalario y musicalmente irresistible.
Mañana, la estrella del rock estadounidense cumple 60 años. No piensa en retirarse. "Me guío por Mick Jagger", dijo una vez. "Tiene seis años más que yo. Por eso pienso que cuando él se jubile, aún tendré seis años por delante mío". Con su disco Dirty Diamonds, aparecido en 2005, realizó un tour de casi dos años por todo el mundo.
Alice Cooper nació en el año 1948, como Vincent Damon Furnier, en la ciudad del automóvil de Detroit. Ya en el colegio, este fan de los Beatles fundó su primera banda, The Earwigs, que tras varios cambios de nombre quedó como Alice Cooper.
El nombre supuestamente corresponde a una mujer que murió en el siglo XVII en la hoguera.
Alice Cooper, que entonces aún era Vincent, al parecer se enteró durante una sesión espiritual de que era su reencarnación. Como sea, él bautizó así a la banda, y en 1974 adoptó el nombre como propio. Los rituales de brujas y satánicos lo seguirían acompañando durante su carrera.
Tras algunos fracasos, la banda obtuvo su primer éxito en 1971 con Love It To Death, y en 1972 se hizo conocida a nivel internacional con el ya legendario disco School's Out, seguido del hit Billion Dollar Babies.
Los chicos malos recaudaban gracias al horror que causaban entre la gente. Mientras más revuelo causaban sus conciertos, más boletos se vendían.
En 1975, el cantante estadounidense Alice Cooper inició una carrera como solista, pero pronto comenzó a ir cuesta abajo. Sus problemas con el alcohol le causaron cada vez más incovenientes. Se sometió a terapia (procesada en el disco From The Inside), pero volvió a recaer.
La fe A mediados de los 80 se recuperó definitivamente, y logró sostén gracias a la fe. "Durante toda mi vida fui alcohólico, pero todos los coches, casas, mujeres, drogas... al final no te queda nada", dice. Pero el cantante prosigue, "ya no bebo, y en la iglesia entendí de qué se trata: nuestra relación con Dios, con las cosas".
En 1986 volvió al negocio, con el sencillo He's Back. Sólo tres años después, con el disco Trash y el éxito Poison, volvió a ser absoluta figura de culto, también a pesar de que sus fans entre tanto ya son una generación más joven que él.
Luego siguieron algunos álbumes inusuales y oscuros, hasta que volvió en 2003 con The Eyes Of Alice Cooper a los ritmos del rock and roll de sus primeros años. Desde 2000 participa en sus shows su hija Calico, de 26 años.
El artista quiere seguir cultivando las dos caras de Alice Cooper: "Para mi familia soy un héroe, y tal vez para algunos centros de beneficencia", dice. "Pero sobre el escenario la gente necesita a Alice, la fiera", apunta Cooper.
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