Crítica de "Wrath" de Lamb of God 7'5/10

El sexto álbum de Lamb of God es la obra culmen de su carrera hasta hoy. La banda de Virgina ha logrado conformar un disco verdaderamente aplastante con el que, con toda seguridad, lograrán pasar el umbral que conduce a la permanencia en la cúspide del Metal por muchos años. Pero, ojo, este disco no es para todos los públicos del Heavy; si te gustan los primeros Metallica, y de ahí hacia arriba en voltaje, entonces pueden interesarte. Pero si eso es demasiado pesado, Lamb of God no te entusiasmarán.

Es posible que aunque te gusta el Thrash tampoco te vuelvan loco, y es que su estilo personal, que combina elementos del Groove, Death, Hardcore, Thrash y parte de la herencia de Pantera es, en ocasiones, demasiado pesado, complejo y denso. A mí me ocurre, por ejemplo, que dependiendo del momento en el que me ponga el Cd, me entra mejor o peor. Es así.

Este "Wrath" es un disco complejo, con muchos cambios de ritmo, algunos solos brillantes, combinaciones y alternancias de voces guturales con otras más melódicas, ritmos pesados como auténticos bloques de hormigón y baterías que en ocasiones van a la velocidad de la luz. A algunos la grabación se les podrá hacer plana, pero no cabde duda de que se han atrevido a explorar caminos que van más allá de lo que oímos en "Sacrament".

Yendo por orden, abren con "The passing", un lento y melódico instrumental muy interesante que, sin embargo, va preparándonos para el chaparrón que cae con "In your words", canción de velocidad media pero en la que Randy Blythe parece dejarse las cuerdas vocales. "Set to fail" es el primer single y tiene un arranque verdaderamente atronador, como una troqueladora fuera de control, para ir pausándose hasta acomodarse en una melodía ciertamente pedagiza.



"Contractor" es una canción rápida, que recuerda en su arranque al Thrash más old-school, y en su estribillo a Pantera. Es una especie de "Fucking hostile", pura ira. "Fake Messiah" tiene un ritmo machacón y unos berridos que se te pegarán a la segunda (con lo difícil que es que eso ocurra en este disco). "Grace" es otro de los temas interesantes: con un inicio pausado, el riff de lanzamiento es verderamente Heavy, con el doble bombo golpeando constantemente.

Seguramente, a estas alturas puedes estar con el cerebro absolutamente agujereado porque aún no hemos llegado al ecuador del disco -si tu Cd incluye dos bonus tracks, como el mío, entonces eso aún eso está lejos-. Quizás ese es uno de los defectos, que se puede hacer largo según el día que tengas. "Broken hands" es de mis favoritas, porque tiene un ritmo metalero 100%, y un solo breve pero estupendo. El resto de las canciones, si te has acostumbrado a tan singular sonido, fluyen de manera natural, con incursiones y meandros sónicos sorprendentes en ocasiones.


Insisto en que no es un trabajo fácil para según qué oyente, pero algo tendrá cuando ha entrado directamente al número 2 del Billboard en USA, al 1 en Canadá, al 8 en Australia, al 14 en Japón, o al 25 en UK. ¿Puro Metal Americano? Sí, pero no sólo para americanos.

Recordad que les podremos ver teloneando a Metallica, y también en el Sonisphere de Barcelona. Una verdadera apisonadora.