Como veis, la diferencia de nivel con respecto a los festivales españoles es sideral, pero no es este mi análisis. El primero es que para triunfar en organización hay que llevar a bandas gigantes. Es necesario una base de bandas complementarias poderosas, pero sobre todo unos cabezas de cartel importantes. Sonisphere UK apostó dos años por Metallica y uno por Iron Maiden. Y triunfó. No hay tanta diferencia en los gustos de los metalheads británicos y los españoles, por mucho licenciado en Metal que escriba estupideces en los foros de Rafa Basa. Sí, esos que se quejan de que a los festivales españoles siempre vienen los mismos. En realidad, vienen los que llenan. Por eso el festival Costa Oeste va a pegarse un gran golpe: porque Marylin Manson y lo que queda de Guns N' Roses no atraen a nadie.
En el Reino Unido hay dos grandes festivales, el Sonisphere, más joven, y el mítico Download. Probablemente el mejor festival de Europa en cuanto a cartel. Probablemente, no; el mejor. Y si lo es de Europa lo es del mundo. Desde 2009 Download tenía competencia. Y supo resistir. Su cabeza pensante, Andy Copping, de Live Nation ha trabajado duro y bien.
Simplemente, no hay color. Si la multinacional del festival quería hacer algo más alternativo y heterogéneo, ya está Download para meter a Prodigy, Tenacious D o a los propios Metallica. Si querían competir por la vía revival con Kiss y Queen con Adam Lambert (Queen?), ya están los otros con Black Sabbath (única fecha) y Soundgarden reuniéndose. Si se quiere Metal, ahí están Devildriver, Black label society, Lamb of God, Megadeth o Machine head. Con el toque interesantísimo de la vuelta de los queridos Ugly kid Joe.
Download se ha comido al Sonisphere que, de inmediato, ha querido responder asegurando que el resto de festivales europeos se mantienen en pie. Mañana mismo, viernes, publicarán nuevas bandas a su festival de Getafe. Probablemente se recibirán algunas migajas del cadáver británico.
Nunca es buena una noticia así para el mundo metalero, pero parece claro que en nuestro ámbito funcionan también las mismas reglas que en el resto de los sectores: competencia, dificultades de financiación y la ley del más fuerte. Una lástima.