No quiero agobiaros con mis comentarios sobre el Kobetasonik, pero tras la crítica del espectacular show de Kiss debo hacer alguna reseña del resto de grupos, pues la mayoría se merecen el reconocimiento de los asistentes por sus notables actuaciones. No quiero que los enmascarados se lleven todo el mérito de un fin de semana en el que pudimos ver a 25 grupos. Mención hecha de Kiss en el anterior post, y comentada la jornada del viernes también anteriormente, me centraré en los grupos del sábado.
Cuando llegué estaban sobre las tablas Obituary en el escenario 2. Los de Florida se encontraron una tarde extremadamente calurosa, pero tuvieron la ventaja de que el cielo se había nublado, mientras que el viernes el sol atizó hasta que se fue. Esta banda gustará más o gustará menos, pero son un clásico en su género, así que merecía la pena observarles. En mi caso, desde lejos, pues su propuesta me resulta un tanto plomiza más allá de cinco minutos.
Luego saltaron los Brujería. Fueron de lo peor que vimos. El concierto fue largo y espeso, a pesar de que descargaron todos sus clásicos. La jornada del sábado llevaba un retraso de 45 minutos, algo que no sucedió el viernes, y las ganas de ver a los buenos iban incrementándose a medida que se ingerían líquidos de gradación para calmar el calor. Sólo disfruté con Brujería entre canción y canción, cuando lanzaban sus soflamas. Se fueron, por fin, con "Matando güeros" y, de salida, una versión de la "Macarena" rebautizada como "Marihuana"
Inauguraron el escenario principal los suecos Arch Enemy, y la cosa empezó a ir en serio. Angela Gossow es en directo tal y como te la imaginas: una auténtica bruta. Su capacidad vocal tira para atrás a cualquiera que no vaya preparado y, además, tiene la capacidad de recorrerse todo el escenario con la habilidad suficiente como para hacernos levantar los puños, dar palmas o gritar que sí cuando pregunta si queremos más. Congregaron a una gran cantidad de gente y, además de Angela, el resto de componentes rayaron a gran altura. A pocos metros de mí, por cierto, uno de los guitarristas de Ministry disfrutó de la descarga, sin parar de hacer headbanging.
Lo siguiente me lo salté: Michael Schenker y Tesla no son dos grupos que haya seguido especialmente y aproveché para avituallarme y dar una vuelta por el resto de actividades del festival. Luego me enteré de MSG habían tocado temas de UFO y casi me arrepentí, pero como contrapartida había pillado buen sitio para ver a Europe. Dos veces les había visto (años 2003 y 2007) y me habían cautivado. El retraso que llevaba el festival hizo que su concierto durara menos de lo deseado, pero no defraudaron. Juntaron a miles de personas y nos agasajaron con temas de su primera etapa como "Scream of Anger". Abrieron con "Love is not the enemy" y "Always the pretenders", y después cayeron "Superstitious" y otros que funcionan estupendamente en directo como "Girl from Lebanon" y "Sign of the times", que me encantan. John Norum interpretó un buen solo de guitarra que el público aplaudió, habida cuenta de que hace pocas semanas ha perdido a su ex compañera.
"Start from the dark", "Rock the night" y...
Echamos de menos "Cherokee", pero el tiempo no daba para más. Una pena. Espero que llegue pronto su nuevo trabajo en esta fructífera nueva era de los suecos.
Y de ahí al otro escenario porque salía el señor del metal, el Padrino de todo esto, Mister Ronnie James Dio. Señores y señoras, hagamos un reverencia ante este caballero que congregó a miles de fans y que dio una lección a muchos de sus predecesores en el festival, demostrándoles que la edad no es impedimento para hacer buen metal y cantar como los ángeles del infierno. Estuvo espectacular, con un set bien escogido y unos registros que avergonzaron al discreto Halford. Varios temas de Rainbow , como "Kill the King" o "Man on the silver mountain" obligaron a moverse a algunos de los más veteranos de entre el público, siempre más reacios a poner en riesgo sus cervicales.
De Blind Guardian también pasé. Fui a situarme para Kiss. Tampoco me han hablado excesivamente bien de los alemanes y tendré ocasión de verles. El resto ya lo sabéis. Sólo deseo una cosa: que esto se repita. Ha sido fantástico: el comportamiento de la gente, ejemplar, como han reconocido los organizadores quienes, sin embargo, no quieren confirmar si habrá Kobetasonik II. A la espera nos mantenemos. Eso sí. La próxima vez seré más exigente con la bebida y la comida, y también con la educación de muchos de los camareros de la empresa encargada de suministrarlos.
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