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miércoles, 16 de julio de 2008
Crónica del concierto de Bruce Springsteen en Donostia (15-07-2008)
Foto: EFE
Bruce Springsteen and the E. Street Band
Lugar: Estadio de Anoeta, Donostia/San Sebastián
Fecha: 15 de julio de 2008
Duración: 3 horas
Ya sé que no suelo escribir acerca de grupos o artistas que no entren en los parámetros del Metal y el Rock Duro, pero cuando se habla de Bruce Springsteen se habla de algo superior, un escalón por encima del resto. Y eso me obliga a escribir algo sobre el sublime, uno más, concierto que ofreció anoche en Donostia, en la recta final de su gira "Magic" que, como os podéis imaginar fue una fiesta memorable en la que 40.000 personas estuvieron entregadas.
Era la segunda vez que veía al Boss (qué apodo tran apropiado) y, por tanto, la emoción de la primera vez no existía. Sin embargo, la fuerza que derrocha este hombre consigue que una vez más sea siempre como la primera. Saltó a las tablas a las 22:15, con un cuarto de hora de retraso, cuando la noche había caído sobre la capital donostiarra. Saludo en euskera y castellano, y "Tunnel of love", uno de sus clásicos más relajados quizás para engañar a una concurrencia que esperaba un trallazo de inicio.
Intro, saludo y "Tunnel of Love"
A mi alrededor había bastantes camisetas heavies (Obituary, Saxon, Kiss, tatuajes de Metallica, etc), personas que superaban los 50 y gente joven recién salida de la adolescencia. La media la pondría en unos 40 años. "Radio Nowhere" sonó en segundo lugar dando energía a los sorprendidos por la elección del primer tema. He de decir que el sonido en el primer tramo del concierto era muy mejorable: bajo en general y poco definido, costaba discernir entre los instrumentos semejantes, aunque fue corrigiéndose poco a poco. Sólo sobresalían Bruce y ese monstruo a la batería llamado Max Weinberg que, con su aspecto de inofensivo profesor de matemáticas, engaña al convertirse en un auténtico tritura-baquetas. Es, definitivamente, uno de los mejores bateristas de este mundo.
El concierto comenzó a discurrir por terrenos del agrado de los fans más clásicos y fieles, con temas poco usuales en sus repertorios, algunos recuperados para mi gozo personal, como "Hungry heart", "The Promised land", "Out on the street" o "Atlantic city". Estuvo especialmente cariñoso con el público, y bajó a las primeras filas varias veces a tocarse con los fans e incluso recoger las pancartas que le ofrecían. Subió a una chica a cantar con él. Ella lo podrá contar toda su vida.
La primera pausa, después haberse empapado en sudor, fue un recuerdo a su teclista fallecido Danny Federici, con "Sandy".
Gocé con "Prove it all night", que me sé de memoria gracias al "Live in New York city DVD", especialmente el tramo final con esa suerte de duelo de "Yeah, yeah!" con Van Zant, y luego se marcaron un "Because the night" cantada a coro por todo el estadio. El delirio lo completó el habitualmente sobrio Nils Lofgren con un espectacular solo de remate final girando varias veces sobre sí mismo. Continuó su campaña por el cambio en los EEUU, país al que trata de lavar la mala imagen propagada por Bush, recordándonos que se han recortado muchos derechos civiles allí, e interpretó uno de los temas más bellos de su "Magic", "Living in the future". Una sorpresa en su repertorio, "Summertime blues"
"Mary's place", "Tougher Than The Rest", "The rising", "Last to die" y otra de mis favoritas del último disco, "Long walk home" anunciaban uno de los instantes mágicos en sus conciertos, la demoledora "Badlands". Este tema es, simplemente, genial, y compartirlo con 40.000 personas más botando al unísino, indescriptible.
De los bises qué os voy a decir: "Thunder road" y la mítica "Born to run" con las luces del estadio encendidas. "American land", con ese ritmo de tema popular del oeste, violín incluido, sólo es comprensible cuando uno mira a las gradas y ve a los asistentes bailando y haciendo reverencias a uno de los personajes más importantes y entrañables de la historia del Rock n' Roll. Cuando muchos pedían la hora, incapaces de seguirle el ritmo, cantó el "Twist and shout" de los Beatles, y se fue casi en volandas.
Tres horas de música en estado puro, de profesionalidad total, de entrega a quienes están abajo y han pagado por verle. No te vayas nunca, Jefe.
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5 comentarios:
Una pregunta:
¿Hay algún concierto al que usted no vaya???
(la envidia está empezando a corroerme por dentro...jajaja).
Hola compa,
este año voy a todo lo que puedo. No siempre ha sido así. Por suerte, parece que Bilbao ha entrado en la rueda de los grandes grupos y eso me abre muchas oportunidades.
Pero sí, me lo estoy pasando en grande, y que no decaiga!
Bilbao ultimamente está que se lleva todo. Se está quedando incluso con los grupos que iban a la sala Jam de Bergara...
Hola ISM,
no voy a decir que me dé pena eso que mencionas.
Eso sí, si hace falta viajar para ver a un buen grupo, pues se viaja.
Es mi único vicio!
Si... yo ultimamente tengo abono por Bilbao...es que el vicio es el vicio
Y que dure muchos años!
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