jueves, 4 de septiembre de 2008

Crítica de Mötley Crüe: "Saints of Los Angeles" 7'5/10


Creo que a estas alturas de la película hay que ser justos y reconocer que algunas reuniones de formaciones clásicas obedecen al único interés por la pasta, y que otras obedecen al interés por la pasta y por hacer felices a miles de fans que estaban sedientos por beber algo de sus grupos predilectos. Está claro que Whitesnake o Europe no van a hacer sus obras musicales culmen a estas alturas, pero muchos nos conformamos con que den buenos conciertos y sean capaces de componer discos que, al menos, nos hagan reverdecer viejos laureles. Muchos lo consiguen, y creo que Mötley Crüe se merecen estar en ese saco porque con "Saints of Los Angeles", sin hacer el disco de su vida, firman un álbum de factura notable.

Vaya por delante que los Crüe nunca han estado entre mis diez bandas favoritas (de su estilo siempre he preferido a Poison o a Warrant) aunque siempre les he respetado porque méritos han hecho suficiente para ello. Es por eso que me interesó su regreso a la actualidad y me decidí a comprar el nuevo trabajo. Estamos ante trece cortes repletos de energía, cachondeo y "losangelismo" a raudales. Básicamente, encontraréis el sonido clásico de estos cuatro gamberros actualizado al año 2008.

El Cd lo abre una intro con la voz de Vince Neil titulada Los Angeles Mother Fucker ("LAMF"), que son cuatro palabras que aparecen por doquier en todas las canciones, y en la que nos dan la bienvenida a una ciudad "que nos seducirá al estar repleta de ángeles de plástico". Vamos, que les gusta lo que siempre les ha gustado. El segundo corte es un tema puramente rockero, rápido llamado "Face down in the dirt" que enganchará a la primera escucha y que despejará las dudas razonables que tenga alguien que no se fíe de este regreso.

"What's it gonna take" suena con una onda más bluesy, donde la guitarra de Mick Mars brilla más. Los coros femeninos puede que os recuerden en el estribillo a unos Black Crowes endurecidos, aunque la calma dura poco porque "Down at the whisky" os llevará de nuevo a la época de "Girls, girls, girls", con apelaciones a Hollywood, chicas y borracheras aunque en plan nostálgico. Después llega el tema que bautiza al disco, "Saints of Los Angeles", una canción muy pegadiza, rozando lo comercial que, pese a todo, demuestra que no se les ha olvidado la virtud de facturar buenas canciones. En esta aparición en directo podéis admirar también el sobrepeso de Vince, y cómo al final de la canción aparecen componentes de Buckcherry o Papa Roach tocando con ellos, ya que son las bandas que les están teloneando en el presente "Crue fest" que gira por USA.



La siguiente "Mf of the year" (vídeo-clip censurado para variar) es el actual single y seguramente mi tema favorito por su ritmo-base heavy. Contiene unos cambios de ritmo adcuados para que los cuatro integrantes del grupo se luzcan en su propia parcela.



Y creo que con esto es suficiente. Por supuesto, no faltan los medios tiempos ("The animal in me") y temas más rápidos y rockanrolleros ("Welcome to the machine", "Just another psycho") pero todo repleto de esencia Crüe. Al álbum quizás le sobran un tema o dos, porque en algunas escuchas puede hacerse algo largo y alguna canción es prescindible ("This ain't a love song"), pero en líneas generales puede decirse que la banda raya a muy buen nivel, y cierran el trabajo con una súper-marchosa "Goin' out swingin' " que te alegra la cara.

A los incondicionales les encantará, no tengo duda, y a los seguidores del Glam le servirá para reencontrarse con un grupo cuyo legado va a ser muy difícil de igualar.

1 comentario:

TONI dijo...

De entrada ya leo por tu crítica que hay algunos medios tiempos prescindibles, pero igualmente les daré una oportunidad a ver qué tal los temas cañeros.