martes, 3 de junio de 2008

Concierto de Bon Jovi en Barcelona. No estábamos equivocados (II)


En el anterior post ya os avancé la ficha y dos vídeos del concierto, y ahora voy con lo que vi, escuché y sentí. Esta fue una de las primeras imágenes que saqué, una pancarta en la que una cuadrilla de amigos agradecía al grupo todos estos años de buena música. Me alegró verla. Sigo a Bon Jovi desde hace más de dos décadas y esa pancarta me dio ánimos: era la primera vez que iba a verlos y lo hacía con grandes esperanzas y grandes dosis de escepticismo por igual. Supongo que os imagináis las razones de uno y otro lado de la balanza.

En el titular he incorporado una frase que han empleado en uno de sus recopilatorios: "100 millones de fans no pueden estar equivocados", porque 24 horas después del concierto reconozco que es así. Fui partícipe de un gran concierto en el que actuó una banda en plena forma, muy profesional y, sobre todo, con esa virtud tan escasa que es la de hacer canciones atractivas. Y nos desgranaron una tras otra hasta que, al final, con "Bad medicine" me pregunté cuál podría ser la siguiente y no tenía la respuesta fácil. Dije en el post previo al show que, seguramente, echaría de menos algún tema. Pues me como mis palabras una detrás de otra.

Salieron a las tablas aún con el día, sin grandes aspavientos, pirotecnias o telones: cara a cara con el público. Saludo y "Lost highway". Sabía que la segunda sería "Born to be my baby", y aún así escucharla en directo me impactó. El sonido era limpio y la comunión con el público mucho más estrecha de lo que pensaba. En la zona de pista donde me aposenté apenas había metalheads. Tampoco abundaban las melenas o siquiera las camisetas negras. El público era heterogéneo; no demasiado acérrimo según fui detectando, y muy poco crítico en los momentos previsibles.

Empecé a pensar que aquello iba en serio cuando la tercera, encadenada, fue "You give love a bad name". Unos cuantos años de mi vida pasaron a toda hostia en el primer estribillo por mi retina. Aquello era Bon Jovi en serio. Fue mi primer momento clave de la noche, que se prolongó con "Raise your hands", en la que los más de 50000 asistentes participamos subiendo nuestras manos tal y como nos mandaba Jon. Para entonces veía a través de la pantalla a un eficaz Tico Torres, a Dave en las teclas llenándolo todo y a un Sambora prodigioso a la guitarra. Si no fuera por la primera chaqueta con la que salió (digna de querella), diría que estuvo de 10, como podéis comprobar abajo cuando interpretó "I'll be there for you", un tema que se me quedará siempre en la memoria. Tienen mucha más talla de que había pensado.

Cuando llegaron, más tarde, "Runaway" e "In these arms" pedí perdón por haber mostrado reticencias en los días previos y haber sido cauteloso. Tenía delante a una gigantesca banda de Rock con un vocalista que, sin ser ningún virtuoso, me demostró que es capaz de estar al máximo nivel más de dos horas. El equipo que forman no es una conjunción de intereses, al contrario, la corista-violinista se movía como una más, igual que el bajista. Nada de parones, nada de discursitos. Rock n' Roll en temas casi unidos entre sí y con guiños como el presleyniano "(I can't help) falling in love with you", "Rockin' all over the world" o el final arrolador de "Shout" con el Olimpic saltando al unísino mientras nos frotábamos los ojos.

Sólo pondría el pero en el juego de luces trasero que muchas veces impedía ver con nitidez a los músicos desde una distancia media como la mía pero, por lo demás, si escuchas "Have a nice day" y no sientes nada, o estás muerto o no eres de este mundo. Tras casi dos horas, cerraron el primer bloque con un inenarrable "Livin' on a prayer". Tener a uno de los grupos de tu vida enfrente interpretando uno de los temas de tu vida es un momento único.

El clamor del estadio me sorprendió incluso a mí, que llevo unos cuantos mega-conciertos a cuestas. Estábamos entregados. "Bad medicine" me dejó molido. Pido perdón si alguna vez dejé de creer en vosotros. Podría escribir más, pero si os digo que estuve muy cerca de la felicidad plena y que las sonrisas de Jon, Richie, Tico y Dave se contagiaban cada instante es suficiente.

Os dejo los otros fragmentos que grabé. No son mis temas favoritos, porque los buenos los disfruto. Yo no entro a los shows a grabar. El audio, al menos, es más que aceptable.





6 comentarios:

With dijo...

Hola de nuevo!!!

Estoy sorprendida por la similitud de sentimientos que vivimo el Domingo...yo, también había dejado de creer en ellos y también era la primera vez que los veia en directo!

Sin duda yo también debo pedir perdón por haberlos dejado de lado durante tanto tiempo.

Y, a mi también me hicieron recordar años pasados con "You give love a bad name"!!!

Aishhh! Que noche, que noche!

Saludos!

Javier Vizcaíno dijo...

Ante tu torrencial texto, sólo se me ocurre decir: jooooodé!!!!
Me alegro de que mereciera la pena.

Anónimo dijo...

Hola Dani,
Me ha emocionado mucho leer tu último post.

Yo también estaba ahí y no tuve que desplazarme mucho ya que soy de Barcelona. No hace tanto que los sigo fielmente, pero sí recuerdo sus primeros temas. Este es mi segundo concierto porque, por curiosidad, decidí verlos en el 2003 y me encantaron (y también me sorprendió un Sambora espléndido).

Reconozco que han perdido a muchos de sus fans de la época, fans del buen rock y que ahora reniegan de ellos y dicen que se han vuelto blandos. También tengo que reconocer que con melena o sin melena, Jon siempre ha sabido meterse en el bolsillo al público femenino (a lo mejor ahora más amplio que antes).

Estoy harta de leer las críticas que no dejan de hablar de lo mismo pero realmente me quito el sombrero por su habilidad de mantenerse durante más de 20 años en el candelero sin traicionar a su música, adaptándose o probando cosas nuevas, eso sí, y ser capaces, siendo ya casi cincuentones, de llenar estadios y hacer vibrar y llorar a la gente como el domingo.

Un abrazo y hasta el próximo concierto,

Anna
(una de esas 55.000 personas)

Anónimo dijo...

Salud para todos/as,

Without, creo que todos sentimos cosas parecidas. A mi alrededor había cualquier cosa menos indiferencia. Seguro que has estado en conciertos en los que la peña habla, se lía porros o se dedica a beber. En mi zona de esos había cero.

Javi, ya sé que en el fondo piensas que son unos lilas, pero te hubiera sorprendido. Y reconozco que para mí eran caballo ganador.

Anna, me extraña que las críticas que he leído (mariskalrock.com o El País) concuerden tanto con nosotros. Esos dos ejemplos son poco bonjovimaníacos, unos por heavies y otros por súper-culturetas. Sin embargo, todos parecen haberse rendido.

Eso, a ver si nos encontramos en otro ;)
Dani

Anónimo dijo...

Hola Dani. Un gustazo conocerte a través de melómanos. Compartimos una gran pasión por Bon Jovi. Muy chulos tus artículos. Seguimos en contacto. Un fuerte abrazo

galko dijo...

¡Que vengan a Madrid el año próximo, va! Así saldo una vieja deuda con estos pollos. Ciao!